La realidad virtual inmersiva mejora la motricidad, fuerza y coordinación en pacientes con Parkinson
La realidad virtual inmersiva mejora la motricidad, fuerza y coordinación en pacientes con Parkinson
Según revela un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos sobre la rehabilitación motora de las extremidades superiores con pacientes de la Asociación Parkinson Aparkam
Alcorcón, 19 de junio 2020
El uso de nuevas tecnologías, como la realidad virtual inmersiva para la rehabilitación de pacientes con la enfermedad de Parkinson resulta positivo, en particular en lo que se refiere a las capacidades motoras de sus brazos. Participar en terapias en las que se hace uso de gafas de realidad virtual para practicar con los conocidos como juegos serios o formativos (serious games) mejora en determinados aspectos las destrezas motoras de este colectivo, según se desprende de un estudio realizado por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, con la participación de un grupo de pacientes de la Asociación Parkinson Aparkam, establecida en Alcorcón, Leganés y otros municipios del sureste madrileño.
El estudio ha sido recientemente publicado en la prestigiosa revista científica ‘Sensors’, de acceso abierto, revisada por pares e indexada en el Journal Citation Reports (JCR), que edita la organización suiza MDPI (Multidisciplinary Digital Publishing Institute).
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que causa, entre otros síntomas, alteración de las funciones motoras. Es necesario recordar que, entre los síntomas motores, y siempre teniendo en cuenta que éstos pueden variar mucho de un paciente a otro, se encuentra el temblor, generalmente em reposo, que pueden afectar a manos y piernas, así como la rigidez muscular en la movilidad de las extremidades y del tronco. También se produce lentitud para realizar todo tipo de movimientos, dificultad para caminar, hacer giros en la cama, levantarse de la silla, hablar, escribir o tragar. Además, aparecen síntomas no motores, como la disfagia, dificultades en el habla, alteraciones visuales, trastornos cognitivos o depresión, entre otros. En lo que se ha centrado el citado estudio es en la mejora de la fuerza muscular, coordinación, motricidad gruesa y fina de las extremidades superiores, a partir de terapias mediante el uso de tecnología de realidad virtual inmersiva.
Este trabajo de investigación fue realizado con la participación de ocho pacientes de la Asociación Parkinson Aparkam. El objetivo de los investigadores fue evaluar los efectos de esta innovadora tecnología de realidad virtual inmersiva mediante juegos serios con objetivos terapéuticos concretos, para lo que se valieron de las gafas Oculus Rift 2 y un sistema de control gestual Leap Motion System. Emplearon una metodología mixta cuantitativa y cualitativa para integrar en sus resultados las mejoras motoras medibles y la evaluación que los propios usuarios hicieron de sus expectativas y experiencias durante la intervención. Para su análisis, se centraron en la evolución de los pacientes en relación con su fuerza muscular, coordinación, velocidad de movimientos y motricidad fina y gruesa.
Cuatro videojuegos desarrollados
Los videojuegos desarrollados para este estudio fueron diseñados por bioingenieros bajo la indicación de un nutrido grupo de profesionales en neurorrehabilitación con elevada experiencia en el campo de las nuevas tecnologías en rehabilitación, al objeto de potenciar el control motor de las extremidades superiores. En total, fueron cuatro los juegos creados, y cada uno de ellos buscaba entrenar funcionalidades específicas de las extremidades superiores, tales como alcanzar objetos, agarrarlos o voltearlos. También se incluyeron ejercicios cognitivos con juegos de memoria. Se practicaron sesiones individuales de 30 minutos, tres veces por semana durante seis semanas, con un total de 18 sesiones por paciente.
Se observaron, según indican los investigadores en el artículo publicado, mejoras significativas en la fuerza, en la motricidad gruesa y fina, y en la velocidad de movimientos. Además, los participantes expresaron un alto nivel de satisfacción con los logros derivados de estas terapias, con una puntuación de 3,66 sobre 4. No se identificaron efectos adversos en la aplicación de esta tecnología.
El estudio ha sido realizado por Roberto Cano de la Cuerda, Patricia Sánchez Herrera Baeza y Alicia Cuesta Gómez, del Departamento de Fisioterapia, Terapia Ocupacional, Rehabilitación y Medicina Física de la Universidad Rey Juan Carlos; así como Domingo Palacios Ceña, Jorge Pérez Corrales y Javier Güeita Rodríguez, del Grupo de Investigación en Humanidades e Investigación Cualitativa en Ciencias de la Salud, del mismo Departamento; Carlos Balaguer Bernaldo de Quirós, Edwin Daniel Oña Simbaña y Alberto Jardón Huete, del Laboratorio de Robótica de la Universidad Carlos III; y Juan Nicolás Cuenca Zaldívar, del Departamento de Fisioterapia de la Universidad Francisco de Vitoria.
La Asociación Párkinson Aparkam se creó en el año 2003 y ya se ha convertido en referencia para la zona sur de la Comunidad de Madrid. Tenemos dos sedes, una en Alcorcón y otra Leganés. En ambos centros ofrecemos servicios, actividades y una atención interdisciplinar completa para las personas con Párkinson y también para sus familiares y cuidadores. El objetivo es mejorar la calidad de vida de todos ellos. Y lo hacemos gracias a un excelente equipo humano. De hecho, Aparkam es una familia en la que también se ofrecen alternativas de ocio y entretenimiento. Las principales actividades dirigidas a aliviar los síntomas con la Rehabilitación Terapéutica Integral son: Fisioterapia, Logopedia, Musicoterapia, Terapia Ocupacional, Estimulación Cognitiva, Atención psicológica, además de Quiromasajes e Hidroterapia.
La Enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico degenerativo y lentamente progresivo que afecta a las zonas del sistema nervioso central encargadas de controlar los actos motores. En el cerebro de las personas con enfermedad de Párkinson se ha detectado la degeneración progresiva de las células encargadas de sintetizar la dopamina. Esta sustancia es fundamental para la ejecución correcta de los actos motores. La menor producción de dopamina produce una lentificación de los movimientos que afecta a los músculos del cuerpo. Fue descrita por primera vez en el año 1817 por el médico inglés James Parkinson. Los síntomas de la enfermedad de Párkinson se manifiestan una vez se produce una importante pérdida de las neuronas encargadas de controlar y coordinar los movimientos y el tono muscular.