Esta mañana hemos estado, junto a otras asociaciones del municipio, en el acto de inauguración de la Semana de la Salud 2023 de Alcorcón. Este año tiene por lema «Juntas hacemos salud» y las actividades se desarrollarán entre el 23 y 31 de marzo. El evento de inauguración ha comenzado a las 10h en el polideportivo Los Cantos, lugar donde las entidades de la ciudad han contado con mesas donde explicar el trabajo que realizan.
A las 11h ha comenzado una marcha de todos los asistentes hasta la plaza del Ayuntamiento, amenizada por el grupo de batucada del IES Jorge Guillén, el ‘Equipo Médico’ del Programa de Aprendizaje y Servicios y el Centro de Transfusiones de la Comunidad de Madrid. El acto ha finalizado en la plaza del Ayuntamiento con unos ejercicios de estiramientos a cargo de monitores que han contribuido a dinamizar la salud de los allí presentes.
En esta Semana de la Salud 2023 de Alcorcón, Aparkam desarrolla una actividad gratuita para todos los públicos:
Jueves 30 de marzo. 10h. Taller Cuidando al Cuidador. Lugar: Centro Municipal de Asociaciones de Salud. C/ Timanfaya, 15-23. Con la participación de Asociación Párkinson Aparkam, Alois Alzheimer, ANPSA y PROTGD.
Cartel de las fechas y entidades que participan en la Semana de la Salud 2023 de Alcorcón
Al aire libre -aprovechando un espléndido día de sol y buscando acercar la iniciativa a todos los habitantes de la ciudad-, el Ayuntamiento de Leganés ha presentado esta mañana el programa de la Semana de la Salud 2023, que se celebra del 23 al 29 de marzo, con el lema “Leganés, generando salud”. El alcalde del municipio Santiago Llorente ha sido el primer ponente en presentar esta campaña, que ya va por su 14 edición. “El fin es intentar mejorar la salud de una manera trascendental, y este año contamos con uno de los programas más potentes de todas las ediciones”, explicaba el alcalde.
Talleres, charlas, rutas históricas y caminatas son solo algunos de los muchos eventos que se celebrarán a lo largo de esta semana (y cuya programación completa puedes ver pinchando aquí). Las actividades de este evento han sido organizadas por el área de Salud Municipal de la Concejalía de Salud, Consumo, Régimen Interior y Transparencia, con la participación ciudadana de Leganés, distintas áreas municipales y entidades locales y autonómicas del Consejo Sectorial de Salud del municipio.
Desde Asociación Párkinson Aparkam hemos colaborado en el desarrollo de esta iniciativa y participamos en distintas actividades que detallamos a continuación:
Sábado 25 de marzo. 11:00 a 14:00h. Salud en La Plaza. Salud Municipal Lugar: Plaza Mayor Leganés. Mesas informativas y actividades de distintas Asociaciones del Consejo Sectorial de Salud y entidades de Leganés:
El Taichi es una de las artes marciales más practicadas y aporta numerosos beneficios
Martes 28 de marzo. 11:00h. Taller Taichi inclusivo.Lugar: Hotel de Asociaciones. Primera planta. Taller 5-6. C/ Mayorazgo, 25. Hasta completar aforo. Jornada de puertas abiertas a esta terapia artística, dirigida a todo tipo de públicos. El Taichi es un arte marcial desarrollado en china que se cuenta entre las artes marciales más practicadas. La clase está adaptada a personas con diferentes afecciones físicas o cognitivas, como nuestras personas asociadas con Párkinson, ya que esta población obtiene grandes beneficios tanto físicos como mentales.
Miércoles 29 de marzo. 11:00h. Taller sobre salud mental ‘La salud mental: una prioridad para todos’. Asociaciones de la Mesa Técnica de Salud y Consumo. Hospital Universitario José Germain. Lugar: Salón de Plenos Junta de Distrito de Zarzaquemada. Edificio Ramiro de Maeztu. C/Mayorazgo, 25. Inscripciones: saludmunicipal@leganes.org hasta completar aforo. Muchas patologías afectan a la salud física pero es importante cuidar también de la salud mental ya que se puede ver muy mermada por los procesos sufridos. Taller orientado a proporcionar pautas para afrontar el desanimo, la ansiedad y el estrés que contará con la participación de Asociaciones del Consejo Sectorial de Salud y Consumo y del Hospital Universitario José Germain.
El acto de presentación del programa de actividades ha contado con la presencia (entre otros) de Conchi Saugar, Concejala de Salud del Ayunt. de Leganés, y Yolanda Martín, de Fundación ALEM, quien ha sido la encargada de leer el manifiesto conjunto de todas las asociaciones que forman parte de la Mesa Sectorial de Salud del municipio. “En esta semana de la salud, queremos recordarles que desde lo público, se han de facilitar las herramientas necesarias para que podamos ejercer nuestro deber y derecho a cuidarnos, como dice la OMS: a nivel físico, mental, y social. Y para ello, es imprescindible trabajar entre todos, desde la comunidad, de una forma coordinada y efectiva”, ha reclamado Martín.
Tal y como suele acoger a los socios, Diana Ayuso (26 años) recibe con una gran sonrisa todas las preguntas que le van siendo planteadas. Ella es la trabajadora social de la asociación y la puerta de entrada de afectados y familiares que acuden a Aparkam. “Además del servicio de información también me encargo de la parte de atención social”, explica. Gestión con recursos y voluntarios y coordinación del programa de apoyo y respiro familiar son solo algunas de las actividades que realiza. Todas ellas – según detalla Diana – con “una perspectiva de género en toda la intervención, para buscar igualdad y empatía ante todos los roles que nos han impuesto a lo largo de los años”.
Ella misma, como trabajadora social, ha tenido que sufrir las consecuencias que los roles de género han permeado durante mucho tiempo a su profesión. “Por la historia de dónde viene este puesto (de la beneficencia, de la caridad…) este trabajo mayoritariamente ha sido ocupado por mujeres”, detalla, “el cuidado es un rol de género que nos imponen desde que nacemos”. El trabajo social, según sostiene Diana, sí que ha tratado de avanzar estableciendo nuevas perspectivas de género pero “aún sigue siendo un trabajo cero valorado aunque muy necesario“
El hecho de que los cuidados sean una parcela que, a lo largo de los siglos, ha parecido reservada exclusivamente a mujeres también tiene consecuencias en las propias necesidades de los socios. “Cuando es un hombre el que tiene que ejercer el rol de cuidador es como otra crisis, ya que tienen que ejercer un papel para el que nunca han sido educados”, comenta Diana. La clave, según la trabajadora social, está precisamente en la educación. “Es el punto de partida para poder cambiar estas cosas”, concluye Diana.
Conoce más acerca de Diana Ayuso, trabajadora social de Aparkam, y su trabajo en el siguiente vídeo:
Tras salir de su clase de Fisioterapia, Avelina Fernández (77 años) camina tranquila mientras se despide de sus compañeros. Esta socia, nacida en un pueblo de Burgos, lleva desde 2019 en Aparkam. En ese mismo año, fue cuando le detectaron la enfermedad de Párkinson. “La mano derecha y la pierna derecha no me iban bien, notaba que algo me pasaba”, explica Avelina sobre cómo cuáles son los síntomas que le acercaron al diagnóstico. Lo que en un principio empezó como un diagnóstico que la preocupaba, finalmente la ayudó en cuestiones en las que nunca antes había reparado: “Yo antes era muy para mí, no era muy decidida a hablar con las personas, pero en la asociación me he abierto bastante”.
Avelina es una de las muchas mujeres que construyen Aparkam. Su historia de vida es un relato común para otras tantas personas de su edad que vivieron una realidad con muchas menos libertades que las que, conforme han pasado los años, se han ido consiguiendo. La burgalesa tuvo que emigrar a una temprana edad desde el pueblo, a los 14 años, para trabajar en una casa como cuidadora y asistenta. “Me ha tocado cuidar, pero a mí no me ha cuidado nadie”, explica sobre su pasado. Tras más de 60 años cotizados, se jubiló pero con una muy baja pensión porque “los trabajos en casas no estaban bien pagados”.
Su hermana mayor ha sido y es para la socia un referente como mujer. “Ella hizo de madre, e incluso hoy día su mayor felicidad sigue siendo juntarnos a todos”, comenta. Pero, además de con su hermana, Avelina ha podido contar también con el apoyo de sus dos hijos varones. “Desde luego son unos hijos que les da igual hacer una cosa que otra. Yo siempre les he enseñado a tratar a las mujeres con respeto y como iguales. Y fueron ellos los que me animaron mucho para que viniera a la asociación”, dice la socia.
Conoce más acerca de Avelina Fernández, socia de Aparkam, en el siguiente vídeo:
Desde Asociación Párkinson Aparkam, llevamos más de 20 años ofreciendo servicios y apoyo a nuestros socios con el fin de mejorar su calidad de vida. Además de la amplia oferta de sesiones terapéuticas, para la asociación ha sido siempre importante ofrecer también actividades que permitan a los afectados pasar un buen rato y distraerse de las afecciones que supone la enfermedad de Párkinson.
Por ello, a lo largo de los años se han impulsado distintas actividades de todo tipo con un doble fin: trabajar por la calidad de vida, autonomía y ocio de nuestros socios y además difundir la labor de Aparkam. En estos 20 años se han celebrado eventos como la campaña “Si quieres bailamos” a través de un flashmob (2015), la carrera Párkinson sin Límites (2014-2019) o la Plantación de Árboles (desde 2010), entre otras muchas.
El pasado miércoles 22 de febrero seguimos ofreciendo actividades de ocio a nuestros socios, esta vez a través de la excursión a Alcalá de Henares. En esta visita, además de conocer la historia y gastronomía de la ciudad complutense, los participantes pudieron disfrutar de la exposición de seis artistas con Párkinson “El arte como terapia”.
A través del siguiente vídeo resumimos algunos de estos eventos:
Tras salir en autobús desde Alcorcón y Leganés, veinte socios de Aparkam llegaron el pasado miércoles 22 a Alcalá de Henares dispuestos a pasar un soleado día lleno de disfrute. Paseando por una de las puertas de entrada – restos de la muralla que hace siglos bordeaba la ciudad- los excursionistas cayeron en la cuenta de que la visita estaría llena de historia y cultura. Y así lo corroboraron cuando llegaron a su primera parada: La Plaza de las Bernardas.
Allí les esperaba Laura, Responsable de Comunicación de la asociación y alcalaína de nacimiento, quién sería su guía turística durante toda la visita. “La plaza en la que estamos se llama así porque antes, en la iglesia del siglo XVII que tenemos en la espalda, vivían las monjas de clausura llamadas Bernardas”, explicaba la periodista. La atenta mirada de los socios, acompañados también por las auxiliares Marion y Daniela y la terapeuta ocupacional Bárbara, parecía querer captar todos los detalles del entorno. Y es que no sólo había una plaza y una iglesia, allí también se situaban el Palacio Arzobispal y el Museo Arqueológico Regional.
El tiempo acompañó durante toda la excursión y el sol fue el cómplice perfecto para poder disfrutar de todos los detalles de Alcalá. Uno de los detalles más emblemáticos de la ciudad se pudo reconocer a simple vista: estaba llena de cigüeñas. “Las veis de lejos muy monas pero, ¡de cerca son enormes y dan miedo!”, decía riéndose Laura. “A mí no me dan miedo ninguno, ¡mi pueblo está lleno de ellas!”, contestaba valiente el socio Rufo. Tras esta primera toma de contacto, todo el grupo continuó andando – haciendo una pequeña parada en una iglesia en la que estaban dando misa de Miércoles de Ceniza – hacia la Plaza de los Santos Niños.
La majestuosidad de la Catedral Magistral de los Santos Niños daba la bienvenida a esta nueva plaza descubierta por los excursionistas. “Mira, allí además de cigueñas también hay nidos de urracas”, comentaba un Rufo muy atento al entorno. Los socios escucharon atentos la explicación de por qué esta catedral era la única del mundo -junto con otra situada en Bélgica- que ostentaba el título de Magistral, ya que antiguamente en ella todos sus curas debían estar doctorados en Teología. Y en los azulejos del suelo de la plaza, otro detalle: “Anda, ¡pues sí que están representados los signos del zodiaco!”, decía sorprendida la terapeuta ocupacional Bárbara tras fijarse.
Visita por la Plaza de los Santos Niños, en la que se encuentra la Catedral Magistral de los Santos Justo y Pastor
Desde la Plaza de los Santos Niños, todos bajaron caminando a un ritmo tranquilo por otra ubicación que ya era más familiar para algunos visitantes: la Calle Mayor. “Aquí es dónde ponen todas las terrazas de los bares, ¿no?”, preguntaba Pilar, delegada de Leganés y esposa de Rufo. Y efectivamente, estaban paseando por una de las calles con más ambiente de la ciudad, en ese momento más vacía por ser una mañana de un día de diario. Pero esto no fue un impedimento para descubrir otros muchos detalles interesantes de esta ubicación: la Casa Cervantes (donde por supuesto pararon a hacerse una foto grupal con Quijote y Sancho) o el Hospitalillo de Antezana fueron solo algunos de ellos.
La buena pinta que lucían los escaparates y el olor que emanaba de algunas de las muchas pastelerías que se sitúan en la Calle Mayor hizo que los visitantes abrieran su apetito. “¿Cuáles son los dulces típicos de aquí?”, preguntaron algunos de los socios. “Las almendras garrapiñadas, las rosquillas de Alcalá y la costrada”, contestó Laura, mientras los llevaba a otra parada que sin duda disfrutarían mucho. Terminando la Calle Mayor, la Plaza Cervantes y su preciosa postal les recibía, aunque el conjunto histórico tuvo que esperar. El hambre había ganado la partida y había que hacer una parada en el camino para gozar también de la gastronomía de la ciudad.
A la izquierda, la Calle Mayor, la calle soportalada (a ambos lados) más larga conservada en Europa. A la, derecha la Pastelería Salinas, abierta en 1846.
En la puerta de la Pastelería Salinas, la más antigua de la ciudad y fundada en 1846, los excursionistas disfrutaron de algunos de los dulces más típicos de Alcalá. Algunos socios probaron incluso de varios de ellos, ya que Rufino y Charo no se pudieron resistir a probar primero la costrada y después las rosquillas de Alcalá. Este rato de descanso les dio fuerzas para continuar la ruta cultural y escuchar las historias de edificios como el Ayuntamiento, la Capilla del Oidor, el Corral de Comedias o el Círculo de Contribuyentes.
La última parada dentro del Casco Histórico, que no de la visita, fue la Universidad de Alcalá de Henares. Fundada en el siglo XV, este centro guarda tras sus paredes tanta cultura como anécdotas. “¿Sabíais que términos como “Gorrón” o “Ser un manta” nacieron aquí?”, preguntaba Laura, mientras contaba la historia del por qué de estas expresiones. Los visitantes pudieron además disfrutar de un paseo por los patios de su interior, que fascinaron a muchos de ellos. “¡Qué bonito este claustro! ¡Esto es una pasada”, exclamaba el socio Cándido acompañado de su mujer Agustina.
Tras este paseo por el centro, los socios subieron al autobús para – ahora sí – poner rumbo a su último destino: la exposición “El arte como terapia”, ubicada en el Centro Cultural Gilitos. Allí les recibieron José Antonio y Sonia, artistas de la muestra, para explicar sus pinturas y también sus historias personales. “Somos un grupo de afectados por el Párkinson que nos gusta pintar”, explicaba Sonia, “mantenerse distraído es una buena manera de paliar los efectos de la enfermedad”.
Los socios de Aparkam visitando la exposición de seis artistas con Párkinson «El arte como terapia»
Algunos socios, como Pepa, incluso cogieron ideas para sus clases de Manualidades al ver conchas pintadas y decoradas con mucho gusto. “¡Esto lo voy a hacer yo!”, decía la socia mientras Sonia le animaba a ponerse con ello. Las bonitas pinturas de la muestra estaban hechas con mucha precisión, algo que despertó la curiosidad de los allí presentes: “¿Cómo lográis hacer tan bien las líneas?”, preguntaba Cándido. “Cuando haces algo que te gusta la enfermedad pasa a un segundo plano, te concentras y disfrutas tanto que incluso parece que los temblores desaparecen por un rato”, explicó el artista José Antonio.
Incluso antes de que empiece a sonar la música, los socios entran a clase de Musicoterapia y empiezan a dar vueltas por la sala como buscando un ritmo. Los martes y jueves en Leganés, diferentes grupos de personas afectadas por la enfermedad de Parkinson realizan esta terapia artístico-creativa con la que trabajan la expresión corporal a la vez que viven momentos de disfrute. “¿Qué habéis hecho el finde?”, comienza preguntando la musicoterapeuta y psicóloga Ángela. “Lo de siempre, en casa”, contesta el socio Jerónimo mientras mueve los dedos – como intentando chascarlos – y los pies al ritmo de la música que comienza a sonar en la sala 3 del Hotel de las Asociaciones.
“La chica del 17 de la plazuela del Tribulete, nos tiene con sus toilettes revuelta la vecindad” suena mientras la psicóloga pasa lista entre los allí presentes. “Jerónimo, Jesús, Anastasio, Manolo, Miguel… Eusebio falta”, dice Ángela. Todos ellos rápidamente empiezan a sentir la música de fondo y, además de dar vueltas, mueven los brazos al ritmo del tango. La musicoterapia tiene como fin que el paciente de Parkinson trabaje la coordinación de su cuerpo a la vez que expresa sus emociones. Y pacientes como Jesús no pueden contenerla cuando comienza Soy Minero: “Solo quiero el sonido de una taranta”, canta mientras arrastra la “a” y da las palmadas que va indicando la psicóloga.
A través de la música, se trabaja en la reeducación de la marcha de los pacientes afectados. Movimientos como el elevamiento de rodillas, las palmadas o mover el pie al compás permiten que los afectados por Párkinson combatan afecciones propias de la enfermedad como la falta de coordinación o de equilibrio. Algunos pacientes como Miguel cuentan en el aula con apoyo de una de las auxiliares de Aparkam, Daniela, quien le ayuda a mantener el equilibrio, a desplazarse desde su silla de ruedas y a no perder el ritmo de ninguna de las canciones.
Además de ejercicios con movimientos y expresión corporal, en la clase de Musicoterapia se trabaja con instrumentos. “Es la primera vez que toco esto”, espeta uno de los alumnos mientras la musicoterapeuta va repartiendo cajas de percusión o triángulos. “Siempre hay una primera vez para todo”, dice Ángela a la vez que pone Another one bites the dust de Queen. Mientras canta Freddy Mercury, los socios sentados en círculos tocan los instrumentos intentando seguir el ritmo que van marcando las palmadas de la psicóloga Ángela y la auxiliar Daniela.
“¿Qué tal, más difícil?”, pregunta la musicoterapeuta. “La mano izquierda sobre todo”, espeta el paciente Jesús. “¿Y qué hemos trabajado?”, vuelve a preguntar la terapeuta. “¡Todo! manos y pies”, acierta a responder Jesús mientras Ángela le precisa que sobre todo han “trabajado la coordinación”. Después de unos cuantos ejercicios acompañados de grandes éxitos musicales y risas como la del socio Justo de fondo, la musicoterapeuta empieza a colocar a los socios en pareja para la última actividad de la clase.
Sentados unos frente a otros, los asistentes a la clase tienen ahora que imitar los movimientos del compañero que tengan delante. Con la canción El hombre del piano de Ana Belén sonando de fondo, los socios van moviendo todo aquello que se les va ocurriendo y la música les sugiere. “Estás muy serio, ¡riéte un poco!” le espeta un compañero a Jerónimo mientras hace un paso de baile con sus brazos. En el otro extremo del aula se encuentran Miguel – sentado en su silla de ruedas – frente a la auxiliar Daniela, y juntos forman uno de los tándems más coordinados y de los que con más movimientos se atreven.
Además de en Leganés, Aparkam ofrece clases de Musicoterapia los lunes y miércoles en Alcorcón: “En esta terapia trabajamos también la atención y la memoria. Algo que, en ocasiones, puede resultar cansado para los afectados pero que gracias a la música y el componente lúdico que tiene se les hace mucho más liviano”, explica Ángela. Esta es solo una de las muchas actividades tanto terapéuticas como sanitarias que la asociación ofrece a pacientes con Párkinson. Los socios tienen más clases como fisioterapia o hidroterapia, entre otras, pero sin duda la musicoterapia es una de sus preferidas. Y es que, con la clase ya terminada, los pacientes marchan con energía, mucho ánimo y sin saber responder bien a la pregunta de qué es lo que más les gusta de la clase. “¡Todo”, responde sonriente Jesús.
En el año 2003, un grupo de personas y familiares afectados por la enfermedad de Párkinson decidió unirse para trabajar por la calidad de vida de todos aquellos afectados por este trastorno. Así nació la Asociación Párkinson APARKAM, que este 2023 celebra su vigésimo aniversario bajo el lema “20 años por ti, para ti”.
El eslogan elegido por la Junta Directiva y el Equipo Profesional,
en una reunión que tuvo lugar el pasado 26 de enero, busca poner en valor
aquellas características que definen a la asociación: la cercanía, la
profesionalidad, el apoyo mutuo, la familiaridad, la empatía, la calidad y el
compromiso, entre otras muchas más.
La Asociación Párkinson APARKAM se fundó en Alcorcón, donde se
ubica su sede, y también tiene una delegación en Leganés. De esta manera, ha
logrado convertirse en referencia para la zona sur de la Comunidad de Madrid.
En ambos centros -gracias a un equipo humano cercano y profesional- se ofrecen servicios,
actividades y una atención interdisciplinar completa para las personas con
Párkinson y también sus familiares y cuidadores.
Los principales servicios dirigidos a aliviar
los síntomas con la Rehabilitación Terapéutica Integral son: Fisioterapia,
Logopedia, Musicoterapia, Terapia Ocupacional, Estimulación Cognitiva, Atención
psicológica, y también Quiromasajes e Hidroterapia. Además, también se ofrecen
actividades como Manualidades y Taichi. Los socios pueden disfrutar de estos
servicios en ambas sedes, tanto en Alcorcón como en Leganés.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico degenerativo y lentamente progresivo frecuente que afecta a las zonas del sistema nervioso central encargadas de controlar los actos motores. La rehabilitación terapéutica – a través de servicios como los ofrecidos desde APARKAM – es clave para una mejora de la calidad de vida de los pacientes, así como el apoyo psicológico brindado tanto a ellos como a sus familiares.
Una fría mañana comienza en la calle Timanfaya 23 (Alcorcón), pero el cálido saludo con el que recibe el conserje Emilio muestra que dentro de este centro madrileño los usuarios encontrarán abrigo. El Centro de Asociaciones de la Salud acoge de martes a viernes distintas actividades para personas con Párkinson promovidas por la asociación Parkinson Aparkam. Fisioterapia, logopedia, manualidades e hidroterapia son los servicios que se ofrecieron el pasado jueves 12 de enero, pero hay muchas más sesiones sanitarias como Musicoterapia o terapéuticas Taichi.
Dentro del edificio, distintas salas acogen terapias llevadas a cabo por diversos profesionales, como fisioterapeuta, auxiliar, logopeda, psicóloga y trabajador social. Diana es la trabajadora social encargada de la recepción de pacientes y familias, donde encuentran información sobre servicios ofertados por la asociación y también otros “recursos específicos, como ayudas de respiro familiar o temas de incapacidades laborales”. Soledad es la psicóloga encargada de las terapias individuales y colectivas que también se ofrecen a los socios en otro despacho cercano del edificio.
La mañana da comienzo con la clase de fisioterapia impartida por las fisioterapeuta Raquel y la auxiliar Marion. Con música de fondo, ellas son las encargadas de animar a un grupo de nueve personas afectadas por el Párkinson a trabajar su psicomotricidad. Los pacientes empiezan andando en círculos para calentar, y en este día se centrarán en fortalecer la espalda. “Los dolores de espalda es de las cosas que más señalan como molestias los pacientes con Párkinson. También cuestiones como el equilibrio, la marcha o la rigidez”, explica la fisioterapeuta Raquel. Movimientos de manos, tratar de sujetar la pared o trabajar por mantener la espalda recta son solo algunos de los ejercicios que realizan.
Los socios realizan ejercicios propuestos por la fisioterapeuta para ayudar a trabajar su movilidad
Tras terminar la clase, los usuarios van a su siguiente actividad de logopedia mientras se cruzan con otros compañeros. “¡Hola José!”, entre algunos usuarios y también saludos entre familiares acompañantes. La asociación Aparkam cuenta este jueves con 5 grupos de casi diez socios cada uno, que van rotando entre las distintas actividades ofertadas. Zoraida es la logopeda encargada de recibir a los enfermos con distintos talleres estimulantes. “¿Qué día es hoy?” pregunta la logopeda. “Jueves” aciertan a responder distintos usuarios, mientras otros también cuentan que “luego toca piscina”.
Los asistentes a la clase de logopedia realizan ejercicios con un pompero
Zoraida empieza animando a mover la boca, la lengua y también a soplar con fuerza. Para esta última tarea, los participantes tienen un pompero que les ayudará a dirigir su soplido. Además de actividades de matemáticas y relacionadas con la estimulación cognitiva, también hay tiempo para hablar de qué pasa en el mundo. “Nos va a subir el sueldo el Gobierno”, dice un socio mientras ríe. Mientras hablan sobre la subida que el ejecutivo prepara para los pensionistas, trabajan el movimiento de manos y se preparan para el siguiente y último ejercicio de la clase: dibujo.
La estimulación cognitiva y motriz es clave para tratar de paliar los efectos del Párkinson, una enfermedad que se manifiesta en una importante pérdida de las neuronas encargadas de controlar y coordinar los movimientos y el tono muscular. Afecta tanto a hombres como a mujeres, y más del 70 por ciento de las personas diagnosticadas de párkinson supera los 65 años de edad. Sin embargo, no es una enfermedad exclusivamente de personas de edad avanzada ya que el 30 por ciento de los diagnosticados es menor de 65 años.
En una sala contigua se encuentran Gloria y Pepa. Dos usuarias aficionadas a las manualidades que se juntan para dar rienda suelta a su imaginación. “A veces sale bien y otras para tirarlo, pero echas un buen rato”, explica la alumna Gloria. En la mesa tienen resplandecientes llaveros hechos de felpa de distintos colores, pero también muestran orgullosas piezas como los ángeles que hicieron para Navidad con pequeñas piñas y otros materiales teñidos por un brillante spray gris. Otra parte de los socios finalizan sus actividades en la calle Timanfaya 23 (Alcorcón), pero aún les espera fuera de esta ubicación otras clases como natación o terapia cognitiva.
Gloria y Pepa, socias de Aparkam, hacen distintos objetos en clase de manualidades
La asociación Aparkam la forman un grupo de personas y familias afectados por la enfermedad de Párkinson. Además engloba también a socios colaboradores, constituidos en asociación legalmente establecida, declarada de Utilidad Pública y sin ánimo de lucro. Desde que la asociación se fundase en 2003 su objetivo ha sido mejorar la calidad de vida de los enfermos de párkinson y sus familiares, a través de diferentes terapias impartidas por un grupo humano, profesional y altamente cualificado.
Aunque la asociación fuese fundada y ubicada en primer lugar en Alcorcón, también cuentan con una delegación en Leganés. En ambos municipios se ofertan actividades sanitarias como fisioterapia, musicoterapia, logopedia, hidroterapia o estimulación cognitiva y terapéuticas como clases de taichi a socios (pacientes y familiares) con reducidas cuotas. El ambiente familiar es clave en Aparkam, ya que desde el apoyo mutuo se trabaja por aliviar los síntomas de la enfermedad e integrarlos de la mejor manera posible en la vida de los afectados.
Hoy 6 de abril, Azucena Balandín. directora de la Asociación Párkinson Aparkam y miembro de la Red de entidades por la salud de Alcorcón, acudió esta mañana a la reunión organizada por el Ayuntamiento de Alcorcón y la Fundación Hospital de Alcorcón.
El Ayuntamiento de Alcorcón ha organizado un espacio junto a
las asociaciones de la Salud en el Hospital de Alcorcón para comenzar a
trabajar en grupos para que las asociaciones de pacientes participen con el objetivo
de mejorar la calidad de información, atención y servicios al paciente.
Azucena conoce bien el sector de la Salud y su tejido asociativo, le abalan 19 años como directora de una entidad de pacientes. En su intervención ha identificado el valor que supone para la sociedad el papel que desarrollan las entidades de pacientes y, “que pasa en gran medida desapercibido: nuestras entidades están formadas por pacientes y familiares, conocemos de primera mano sus necesidades, tanto la de los pacientes como la de los familiares que pasan a ser cuidadores no profesionales. Eso nos convierte, por un lado, en buenos interlocutores para transmitir sus demandas y, por otro, en responsables de una labor sanitaria y social fundamental, que puede condicionar la calidad de vida de muchas personas y que llena el vacío al que no llega la sanidad pública”.
En cuanto al trabajo profesional de las entidades de pacientes, Azucena Balandín ha señalado que “Es fundamental destacar la profesionalización de las asociaciones de pacientes. Nuestros equipos son equipos multidisciplinares de los ámbitos social y sanitario, muy formados y especializados: trabajadores/as sociales, psicólogos/as, logopedas, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas”. La directora de la Asociación de personas con Parkinson Aparkam añadió que “cubrimos ese vacío que el sistema nacional de salud no cubre al 100% para determinadas enfermedades. Las asociaciones, además de ofrecer un espacio donde compartir las vivencias, estamos ofreciendo aquello a lo que no llega la sanidad pública y es necesario que se entienda que los servicios que se ofrecen son de gran calidad y marcan la diferencia en la vida de las personas con las que trabajamos”.
En el trabajo multidisciplinar de Aparkam, las personas están
en el centro del proceso y, “es imprescindible que nuestro sistema sanitario
incorpore a las asociaciones de pacientes”, ha subrayado Azucena. En este
sentido, la directora de Aparkam ha propuesto las siguientes líneas de acción:
Que el personal sanitario (médicos, enfermería,
auxiliares, etc.) conozcan los recursos que ofrecen nuestras entidades para que
puedan orientar a las familias. Somos sus aliados.
Necesitamos un canal de comunicación
bidireccional entre asociaciones y los servicios de salud públicos para poder
abordar las necesidades de los pacientes, de una manera más ágil.
Proponemos crear foros de trabajo por áreas
donde poder compartir necesidades, experiencias y valorar estrategias comunes.
Necesitamos protocolos de intervención por
patologías que incluyan atención primaria, especialistas y asociaciones.
Quisiéramos establecer espacios, tanto en
atención primaria como en el hospital, donde los pacientes puedan acceder a la
información sobre los recursos de las asociaciones (carteles, displays y otros
que se nos puedan ocurrir)
Y por supuesto, necesitamos mayor dotación
económica por parte de las administraciones.